Madres, hijas e hijos separados por las políticas públicas de Estados Unidos se manifestarán esta mañana en los límites de México y Estados Unidos, durante el evento Madres de la Frontera: Amor sin Fronteras, contra la “nueva zona militar” destinada por el gobierno de Donald Trump.
“Será una protesta pacífica binacional para honrar la valentía y la defensa de las madres en nuestras fronteras y para denunciar la separación familiar y la militarización de la frontera”, convocó la Red Fronteriza por los Derechos Humanos (BNHR), tras la prohibición del evento Abrazos No Muros por el gobierno de Donald Trump.
La protesta en la que participarán madres, hijos y sus familias, acompañados de mariachis, marionetas gigantes y discursos de líderes comunitarios, comenzará a las 10:00 de la mañana a la altura del llamado “monumento al cigarro”.
De lado mexicano, los asistentes se ubicarán en el bordo del río Bravo, y del lado de Estados Unidos detrás del muro, a la altura de la calle Paisano número 1800 oeste.
El evento “Abrazos No Muros”o “Hugs Not Walls” se llevó a cabo por primera vez el 10 de agosto del 2016 a la mitad del río Bravo -llamado río Grande en Estados Unidos- y desde entonces había permitido que miles de personas que tenían hasta dos décadas sin ver a sus seres queridos pudieran abrazarse por unos minutos, y aunque había sido interrumpido por la pandemia nunca lo había suspendido ninguna autoridad.
Debido a la designación de la frontera como “nueva zona militar”, el gobierno de Trump prohibió que este Día de las Madres se llevara a cabo el evento en el que cientos de madres iban a reunirse con sus hijos por unos minutos, en los límites de la frontera entre Ciudad Juárez y El Paso.
“Esta administración bajo el presidente Trump ha promovido y ha hecho lo posible para que eventos tan humanos y humanitarios como este no sean posibles; sí, fue una decisión política de la administración de Trump que hizo que este evento no se hiciera, a pesar de que había consenso con todas las instituciones regionales”, denunció ayer en rueda de prensa Fernando García, director ejecutivo de BNHR.
Recordó que, en 2016, en medio de un debate nacional profundamente polarizado sobre la inmigración, las continuas separaciones familiares y la creciente militarización de las comunidades fronterizas, los residentes de El Paso y Ciudad Juárez encontraron una manera de resistir.
“Abrazos, No Muros se convirtió en un acto de protesta y amor: un momento excepcional y conmovedor para que las familias se reunieran, aunque fuera brevemente. Desde entonces, se ha convertido en un evento decisivo para nuestra región y un símbolo conmovedor de la nación que aspiramos a ser, una nación de inmigrantes orgullosa y humana”, señaló.
Pero tras el establecimiento del área de Defensa de Texas, una zona de amortiguamiento militarizada en El Paso, actores políticos lejanos a la frontera, “personas desconectadas de nuestra realidad cotidiana e indiferentes al sufrimiento de las familias” decidieron cancelar el evento.
“Fue una decisión política arraigada en el miedo y la distorsión, no en la justicia ni la compasión”, denunció la organización que ya contaba con el permiso de la Patrulla Fronteriza de los Estados Unidos, la Guardia Nacional de Texas, la Comisión Internacional de Límites y Aguas (CILA).
“Sin embargo, nuestro compromiso con nuestras comunidades se mantiene inquebrantable. Seguiremos luchando por la dignidad, el respeto y la justicia en la frontera”, destacó BNHR.