Con profundo pesar, el mundo del baloncesto despide hoy a una figura entrañable e histórica: el coach Ángel “Pompis” González, quien deja un legado imborrable en las duelas de México.
Su pasión, entrega y visión marcaron el rumbo de generaciones enteras de jugadores y entrenadores.
Durante décadas dedicó su vida al baloncesto profesional, siendo campeón con los Indios de Juárez en 1992.
Descanse en paz, coach. Su legado vivirá en cada cancha y en cada corazón que tocó con su sabiduría y carácter.