Familiares afectados por el caso del crematorio Plenitud anunciaron una manifestación este sábado a las 9:00 de la mañana frente a la funeraria Latinoamericana, donde exigirán justicia, celeridad en el procesamiento de los cuerpos y castigo ejemplar para los responsables del hallazgo de 386 cadáveres almacenados en condiciones indignas.

Posteriormente, el grupo partirá rumbo a las oficinas de la Fiscalía General del Estado Zona Norte para entregar un pliego petitorio con sus demandas, indicaron familias que se reunieron en una conferencia de prensa realizada este jueves.
Entre sus exigencias se incluye una pena mínima de dos años de prisión por cada cuerpo hallado, una investigación a fondo a la COESPRIS, instancia que aseguran, permitió operar al crematorio pese a las irregularidades, y sanciones penales para las funerarias involucradas.
“Queremos respuestas de COESPRIS, ¿qué pasó? ¿Por qué sucedió esto? Queremos justicia. Que la corrupción no tape la justicia”, declaró Dora Elena Delgado, cuyo esposo, José Luis González Quiñones, podría estar entre los cuerpos.
Delgado relató que tras solicitar una urna con las supuestas cenizas de su esposo, notó inconsistencias entre los documentos: uno señalaba al crematorio Memorial, otro al Renacimiento. Al investigar, descubrió que posiblemente su esposo fue llevado a Plenitud sin su consentimiento, debido a que “los costos de cremación eran más bajos”.
El caso también ha sacudido a quienes ya habían dado por cerrado su proceso de duelo, como Ana Velia Acosta Vázquez, quien busca respuestas sobre los restos de su madre.
“Yo no pensé que mi madre fuera a estar en esos cuerpos… y lamentablemente, ahí está. Yo ya había enfrentado el duelo y la pérdida de mi madre. Apenas estaba superando esto, y esto no tiene nombre”, dijo.
“Hay historias terribles… personas que fueron engañadas, que sufrieron el duelo, que recibieron cenizas falsas: arena de gato, cemento, piedras. ¿En qué momento nos deshumanizamos así? Eran nuestros muertos… mi esposo, una madre, una hija, una hermana”, concluyó Dora Elena entre lágrimas.

