La economía mexicana mostraría una ligera desaceleración en septiembre pasado, de acuerdo con la información divulgada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
En el mes patrio, el Indicador Oportuno de la Actividad Económica (IOAE) mostró una variación de 0.2% en comparación con el mes de agosto. Esto supondría una ligera desaceleración desde la tasa de 0.3% mensual reportada previamente.
“Considerando las tasas de crecimiento del IOAE, en el tercer trimestre del año el PIB mostraría un crecimiento trimestral de 0.80% y uno anual de 3.12%”, destacó Gabriela Siller, directora de Análisis Económico y Financiero de Banco Base.
En caso de que la economía se estancara, añadió, y no creciera nada en lo que resta del año, el PIB del 2023 sería de 3.21%, lo que resultaría por arriba del estimado de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) de 3% para el cierre del año.
Gabriela Siller explicó que el crecimiento de este año ha estado impulsado por el aumento de la masa salarial, las transferencias del gobierno, así como la llegada de remesas al país y un mayor otorgamiento de crédito.
El Inegi también mostró los resultados de dos de los sectores de la economía. Por el lado de las actividades secundarias, que engloban a las industrias, el crecimiento mensual fue de 0.3%, mientras que en el sector terciario, que es de los servicios, la tasa fue de 0.1 por ciento.
“Economía robusta”
Gabriel Yorio, subsecretario de Hacienda y Crédito Público (SHCP), destacó hace algunos días, que la economía mexicana se mantiene robusta, y que pese a que varios los señalaban como “optimistas”, el crecimiento al cierre de este año estará en línea con la proyección del gobierno.
“En la primera mitad del 2023, mostró signos de crecimiento robusto, con aumentos en los indicadores de empleo, inversión y consumo. El crecimiento del PIB fue de 3.7% en comparación con el mismo periodo del año anterior”, destacó Gabriel Yorio ante diputados en su comparecencia..
En tanto, para el siguiente año la Secretaría de Hacienda prevé que la economía mexicana tenga una expansión entre 2.5 y 3.5%, impulsada por el mercado interno, así como por la llegada de inversiones ante el llamado nearshoring.
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