Decenas de migrantes fueron procesados durante la mañana de ayer por la Patrulla Fronteriza del Sector El Paso, después de haber cruzado el río internacional desde Ciudad Juárez, horas antes del anuncio oficial del Gobierno de Estados Unidos de que llegó a un acuerdo con el Gobierno de Venezuela para deportarlos directamente a su país.
A través del Título 8, los migrantes que ingresan a Estados Unidos de manera irregular pueden ser deportados. En el caso de los venezolanos, eran devueltos hasta el sur de México en tanto que las personas de otras nacionalidades eran enviadas a sus países de origen, con consecuencias migratorias como el castigo para no poder ingresar al país durante los próximos cinco años o la negación futura del asilo político.
Ayer, mientras que agentes del Instituto Nacional de Migración (INM) les pedían que se retiraran del lugar a los extranjeros que llegaban hasta el bordo mexicano, otros permanecían ya en el lado estadounidense del río Grande, buscando por dónde atravesar los alambres de púas instalados por la Guardia Nacional de Texas.
El anuncio de las deportaciones directas de Estados Unidos a Venezuela “sigue a la decisión de las autoridades de Venezuela de aceptar el regreso de ciudadanos venezolanos, así como a las conversaciones de alto nivel ayer (el miércoles) en la Ciudad de México entre Estados Unidos, México, Colombia y Panamá, donde el secretario de Estado Antony Blinken, el secretario de Seguridad Nacional Alejandro N. Mayorkas y la asesora de Seguridad Nacional, Liz Sherwood-Randall, hablaron sobre los esfuerzos coordinados en curso para abordar la migración irregular en el hemisferio occidental”, informó ayer el Departamento de Estado.
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