“NO EMPIECE A LLORAR, PORQUE ME DUELE A MÍ”: UN LADRÓN FRACASA EN SU SEGUNDO INTENTO DE ROBAR UNA CASA DE EMPEÑO

El hombre, que insistía en que necesitaba el dinero para cuidar de su madre enferma, ya había intentado asaltar el mismo establecimiento anteriormente, pero se arrepintió al ver a la joven empleada del local: “La primera vez me tuve piedad de usted, pero la segunda vez no lo lamentaré”.

La empleada tras la ventanilla se negó a entregar el dinero y el oro, incluso bajo el ultimátum del atracador de hacer explotar una granada que tenía en la mano. Sin embargo, el sujeto continuó con las amenazas, provocando que la cajera asustada comenzara a llorar.

En un giro inesperado, el ladrón se arrepintió e intentó calmar a la joven: “Eso es todo. No empiece a llorar, porque ahora me duele a mí. ¿Puedo irme con calma, por favor? Que tenga un buen día. Celebre el Año Nuevo con sus seres queridos: son los únicos que tenemos”, comentó el hombre. “Soy una persona sincera y no le ofenderé de nuevo, ¿de acuerdo? Si promete no apretar el botón [para alertar a las autoridades]. Se lo ruego”.

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