PALESTINOS RETORNAN A JAN YUNIS Y LA HALLAN DEVASTADA

Los palestinos regresan poco a poco a la devastada ciudad de jan yunis, en el sur de gaza, para encontrar sus hogares destruidos por completo, con montones de escombros apilados sobre cráteres abiertos por las bombas.

Al abrirse paso entre hierros retorcidos y edificios derrumbados, parece extraordinario que alguien haya regresado, pero temen lo que el ejército israelí haya planeado para lo que sigue.

Muchos de quienes se dirigen a casa, luego de meses de intenso bombardeo y batallas en las calles, proceden de la ciudad de Rafah, en la punta sur de Gaza. Oficiales israelíes indican que el retiro de tropas de Khan Younis forma parte de un reagrupamiento en preparación a la ofensiva de Rafah, donde se cree que se refugian más de un millón de palestinos.

Khalil Haddad, su esposa y tres hijos, aunque nada queda de su casa en Khan Younis, sienten inmenso alivio de no estar en Rafah, bajo la amenaza de una arremetida israelí.

“La gente está aterrada de lo que pueda ocurrir en Rafah. Lo principal es que la familia siga con vida. Khan Younis ha quedado destruida, pero al menos no habrá pelea. Encontraremos algún lugar donde quedarnos y luego traeré a mi padre y mi madre. No podré descansar hasta que lo haga”, comentó el carpintero de 48 años.

“No podemos quedarnos en nuestra casa. Tenemos parientes viviendo aquí, tal vez tengan algún lugar donde podamos estar por el momento. No sé qué pasará en el futuro. Ha sido terrible en los seis meses pasados, desde que empezó la guerra. Pero teníamos miedo de que algunos muriéramos si nos quedábamos en Rafah”.

En un mensaje por video, mientras la gente retorna a Jan Yunis, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, elevó el tono de su advertencia de invadir Rafah, al declarar: “Hay una fecha”. Afirmó que la operación en Rafah es esencial para la victoria. “Ocurrirá”, anunció, sin elaborar. Más tarde, el Departamento norteamericano de Estado informó que no ha recibido información sobre una fecha para el asalto a Rafah.

Jamila El Masry comentó que Jan Yunis está irreconocible con respecto a cuando ella y su familia escaparon a Rafah por instrucciones de los militares israelíes. “Sabíamos que habían bombardeado durante meses. Pero no esperábamos esto. No dejaron nada. Habrá que reconstruirla, pero ¿quién lo hará?”.

Mientras esto ocurre, crecen los llamados a un cese del fuego en Gaza, cuando la cantidad de muertes palestinas pasa de 33 mil, de acuerdo con funcionarios de salud en la franja, gobernada por Hamas. Varias naciones, entre ellas Gran Bretaña y Estados Unidos, el aliado más firme de Israel, han demandado al gobierno de Netanyahu permitir el ingreso de más ayuda en Gaza.

Meses de bombardeo aéreo, una invasión por tierra y un bloqueo, desencadenados por el ataque de Hamas en el sur israelí, el 7 de octubre, han dejado zonas del norte de Gaza al borde de la hambruna. Unos mil 200 israelíes perecieron en esa incursión y otros 250 fueron tomados en rehenes.

Estados Unidos también ha elevado en semanas recientes el tono de sus llamados a un cese del fuego. Este lunes, la Casa Blanca informó que el director de la CIA, William Burns, estaba en El Cairo para participar en una “seria ronda” de negociaciones para un cese del fuego y la liberación de los rehenes que permanecen en Gaza, cuyo número se estima en 130, aunque Israel cree que la cuarta parte de esa cantidad están muertos. El vocero de la Casa Blanca, John Kirby, señaló que Washington toma muy en serio las discusiones y que un acuerdo para liberar a los rehenes incluiría una tregua de unas seis semanas.

Aunque Hamas rechazó la más reciente propuesta israelí, sugerida en las pláticas en El Cairo la noche de este lunes, el mediador Qatar indicó que existe cauteloso optimismo sobre las negociaciones y que una nueva propuesta tiene potencial para cerrar los desacuerdos entre Israel y Hamas. El vocero del ministerio qatarí del exterior, Majed Mohammed al-Ansari, declaró a la BBC: “Si me preguntan si estoy más optimista hoy que hace dos días, yo diría que sí, lo estoy”.

Sin embargo, advirtió: “De ningún modo estamos en la recta final de las pláticas”.

Dos fuentes egipcias de seguridad y el canal televisivo estatal Al-Qahera News informaron este lunes que se había logrado cierto avance en las pláticas en El Cairo. Las fuentes dijeron a Reuters que ambas partes habían hecho concesiones que podrían abrir el camino a una tregua que, según se propuso en pláticas anteriores, se llevaría a cabo en tres etapas, en la segunda de las cuales se atendería la liberación de los rehenes israelíes restantes y un cese del fuego de largo plazo. Sin embargo, un oficial de Hamas declaró a Reuters que no se había logrado progreso alguno en las pláticas más recientes.

Interrogado al respecto por reporteros, el vocero del gobierno israelí, Avi Hyman, sin entrar en detalles, se limitó a decir: “Lo más importante es que están las personas idóneas en el lugar y el momento apropiados para discutir una forma en que se pueda liberar a los 133 rehenes israelíes”.

En términos de ayuda, la Casa Blanca informó que más de 300 camiones con ayuda entraron el domingo en Gaza, y que mantendría la presión para que haya más. El qatarí Ansari expresó que su nación está animada de ver que se lleva más ayuda al territorio sitiado, pero que está muy lejos de lo que se necesita.

Quienes retornan a Khan Younis lo han perdido todo. Mahmoud Abdel-Ghani, quien huyó a Rafah en diciembre, encontró aplastadas su casa y las de sus vecinos. “Muchas zonas, en especial el centro de la ciudad, han quedado inhabilitadas para la vida”, declaró a la agencia Ap.

Una mujer trepó sobre bloques de concreto colapsado, encima de una montaña de escombros de lo que fue su casa. Su hijo se abrió paso a gatas por un hoyo entre escombros y varillas retorcidas, haciendo a un lado bloques de concreto.

“No hay palabras para describir el dolor que siento”, dijo la mujer a la Ap, con voz quebrada. “Nuestros recuerdos, nuestros sueños, nuestra infancia en este lugar, nuestra familia –aquí nos criamos con ellos–, todo se ha ido”. La mujer, que se identificó sólo con su nombre, Hanan, puso en una mochila las pocas cosas que encontró, entre ellas una flor roja de plástico.

Existe también la amenaza de bombas sin explotar y otros restos de la guerra de Israel con Hamas.

Se estima que 55 por ciento de los edificios en la zona de Khan Younis –unos 45 mil edificios– han sido destruidos o dañados, de acuerdo con las cifras más recientes de dos investigadores, Corey Scher, de la Universidad de la Ciudad de Nueva York, y Jamon Van Den Hoek, de la Universidad Estatal de Oregon, que han utilizado imágenes de satélite para rastrear la destrucción a lo largo de la guerra.

El ejército israelí retiró sigilosamente tropas en el devastado norte de Gaza en semanas anteriores, pero ha continuado los ataques aéreos y las incursiones en zonas donde afirma que Hamas se ha reagrupado, incluyendo el hospital más grande de la franja, Al-Shifa, donde dejó “un cascarón vacío”, en palabras del director general de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom. Israel culpa del daño a Hamas, al cual acusa de combatir dentro de zonas civiles.

El movimiento para retirar la mayor parte de las tropas israelíes del sur de Gaza alarmó a miembros de ultraderecha de la coalición gobernante de Netanyahu. El ministro de seguridad nacional, Itamar Ben-Gvir, advirtió: “si Netanyahu decide acabar la guerra sin un asalto expansivo en Rafah, no tendrá el mandato para fungir como primer ministro”.

Gran Bretaña está entre los países que han advertido contra un asalto en Rafah, y en el fin de semana el secretario del exterior, David Cameron, expresó que el apoyo británico a Israel para defenderse no sería “incondicional”.

En un artículo en el Sunday Times, Cameron manifestó: “Por supuesto, nuestro respaldo no es incondicional: esperamos que una democracia tan orgullosa y exitosa se rija por el derecho humanitario internacional, aun si ha sido desafiada en esta forma. Como potencia ocupante, Israel tiene una responsabilidad hacia el pueblo de Gaza”.

El sábado, Cameron señaló que se había desplegado un navío de la Real Armada para ayudar a enviar “ayuda salvadora de vida” a Gaza, donde la situación es “funesta”, pues “la perspectiva de hambruna es real”.

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